Mi cuerpo se debilita
La cabeza me retumba y
se calienta.
Me hierbe,
se derriten mis ojos,
caen.
No puedo concentrarme.
El paso de las horas
lo empeora.
Trabajo para no pensar
en mí.
Es un intento fallido.
No puedo alejarme de mis
recuerdos,
aun me regresan a ti.
Me desbalancea,
No quiero que se convierta
en mi rutina.
Quiero escaparme del cansancio,
el que contagia mi cuerpo
y no escapa mi mente.
Quiero correr:
Liberarme de las imposiciones
de mi ser.
Voluntariamente me abro
a la posibilidad de olvidar.
Enjuagarme del
recuerdo
y disfrutar tu compañía.
Quiero estar contigo,
sin dejar en pausa
todo error,
para solo dejarlo a un
lado.
Etiquetarlo como relevante
para el cambio
pero contrario a la
importancia de un futuro.
Hay que aceptar la
realidad:
Yo quiero estar contigo.
Tú quieres estar
conmigo.
Así que hay que
olvidar el enojo,
y reconocer lo que
está presente.
Ya ambos estamos
cansados,
cansados de escuchar a
nuestro propio ego.
Ahora hay que abrirnos,
extender nuestros
brazos de par en par
y dejar que el otro
entre.
(1 de noviembre de
2015)
FPSA
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