Supongo que muchos lo han pensado. La soledad. Uno de mis
mayores miedos. ¿Pero para qué me sirve temer? ¿De qué manera es útil? Yo sé
que si tu perspectiva es más psicológica, claro que tiene un bien pero… ¿Por qué
mi miedo más grande es quedarme sola? Y no hablo físicamente solamente, lo cual
es casi imposible, sino psicológicamente sola. Que las mentes de todos se
cierren. Que no te dejan entrar y esperas hasta que te das cuenta que duele más
estar fuera e intentando que lejos para ignorar y olvidar lo que crea ese
dolor. Fuera de lo dramático así es como se siente la soledad, más fría, y no
negra, sino azul. Tan pesada y honda como un pozo, tan silenciosa y llena de
tus pensamientos que podrías volverte loco.
Yo sí lo pienso de esa manera… Me volveré loca si estoy
sola. No me gusta pensar por tantas horas divagando en mi mente. Creo universos
enteros que solo en papel cobran vida pero si no tienen en cuenta los limites,
mis limites, ya no es una historia sino un delirio que no puede ser consumado.
Ahí es cuando temo más, la realidad le gana a cualquier idea que podrás tener
del mundo actual y por ello mis creaciones no tienen tantos elementos en común.
No tienen a las personas más cercanas a mí, solo son
personajes que cobran vida en mi universo. Pero bueno. Hay cosas en esta vida que
no se pueden evitar. Solo espero nunca llegar a sentir a la helada y marina
soledad.
(9 de diciembre de 2013)
FPSA
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