Navaja, fría al tacto,
con sus dientes tocando la carne, con muy poca fuerza corte la piel blanca y
bella. La extendí en la mesa. Tome otro cuerpo, vi sus hermosos ojos, como
citrinos con un poco de mar rodeando las pupilas. Cuidadosamente los retire y
los coloque en un frasco, los aprecie, brillaban, por los minerales en las
solución regreso su vida y el color se intensifico. Me retire de la mesa y me
acerque a mi escritorio, ahí vi unas
cuantas pelucas. ¿Cuál usare?¿qué sentimiento le quiero dar? Rizos negros,
cabello rojizo y ondulado, sedoso y lizo con destellos color oro. Sí, el
cabello lacio le va. Me acerque al maniquí, la piel en ella lucia perfecta,
tome los ojos y los coloque con cuidado. Se veía bellísima, tome otro cuerpo,
sus labios me seducían y los corte con el bisturí. Los extraje y los coloque en
el maniquí. Me tome mi tiempo y coloque las demás partes, sus pestañas, el
maquillaje. Perfecta. Escuche unos toquidos. Salí de mi sótano con mi navaja en
mano. Subí las escaleras y pase por la cocina hasta llegar a la entrada. Abrí la puerta, mi expresión tiesa y en mi
mano la navaja.
(miércoles 30 de enero 2013)
FPSA
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