No miento. No dudes de mi. Aquí me tienes abierta. Puedes leer mis hojas si lo dudas, pero si no te convence, mis ojos hablarán por mi. Por que mi cuerpo te aclarará cualquier impresión. Ya que cuando hablo, podré ser directa, pero ni de vez en cuando omito mi verdad. Solamente la prudencia me callará, cuando no es una lucha necesaria, ni una aclaración relevante. Pero todo lo que importa te lo haré saber. No me omitas tus palabras, no me omitas tu corazón. Si te place, si ese es tu deseo, puedo entregartelo de mi pecho. Puedo confiar en ti. Solo busco un corazón que ame, que olvidé su egoísmo más encarnado, el núcleo de su miedo a ser lastimado. Ya que uno que quiere puede herir pero sólo aquel que ama, reparara y admitirá su error. No te dejes consumir por la culpa, que uno que ama sabe que el daño no es por malicia. Uno también puede ser ignorante pero es de sabios aprender. Es todo lo que pido a cambio de todo lo que puedo dar, ya que mi corazón lo tengo debajo de cuatro llaves y lo puedo sacar sólo para ti.
(3 de febrero de 2016)
FPSA
